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martes, 18 de octubre de 2011

Diez pecados que un hombre no puede cometer con su cuidado personal


No hay que ser o sentirse metrosexual ni hay motivos para tener los hábitos de un cavernícola en materia de cuidado personal. Darle cierta importancia a su apariencia más allá de la ropa que usa o el accesorio que acaba de comprar, no lo hará sentir como un 'metrosexual' o algo por el estilo. Todo lo contrario, es una cuestión de autoestima y de exteriorizar una imagen vital, saludable y amable, que además lo librará de ser una persona repulsiva con la cual nadie querrá tener contacto alguno.


Estos son diez pecados que un hombre no puede cometer con su cuidado personal:

Pelos largos en la nariz. Si usted acaba de beber un jugo en el almuerzo y le queda un ligero residuo en forma de bigote, es posible que alguien lo note y le comente para que se limpie. Pero nadie que note un pelo en la nariz le dirá que se lo corte. Un pelo tan largo que sobresalga de su cavidad nasal es algo realmente desagradable.

Mala barba. Tener una barba implica trabajo para que no luzca como un abandonado. Existen productos especializados para cortarla y para que su piel no sufra los estragos de una cuchilla. Otra buena opción para tener una barba decente es ir a algún lugar donde ofrezcan este servicio. Está claro que a las mujeres no les gusta un hombre con una barba que simule una expedición de seis meses por el Amazonas.

Uñas largas. Es una de las reglas más básicas de aseo general. ¿Hace falta hacer énfasis aquí?

Cera y pelos en la oreja. Por ningún motivo puede dejar que se vea a simple vista esa sustancia amarilla y viscosa en la oreja. Es un claro indicio de cochinería y desidia. Eso se puede evitar con el sencillo arte de bañarse. Asimismo, con la edad es imposible frenar el crecimiento de pelos en esta parte del cuerpo, así que de vez en cuando no está de más echar un vistazo a sus oídos.

Mal aliento. Esta es una de las cosas que una mujer nunca perdonaría. Es un motivo suficiente para que dejen de salir con usted, pero además, es un estigma social difícil de superar. La halitosis, como se le conoce a este padecimiento, no es producto de unos chiles picantes o una comida fuerte. La causa la mala higiene, algunas enfermedades graves como las hepáticas y el cáncer, y comúnmente el exceso de tabaco y alcohol.

Sudoración excesiva en las axilas. La popular "chucha" es el infierno para todas las personas que lo rodearán en un espacio reducido como un ascensor. Y, claramente, es un purgatorio que nadie quiere vivir. Hay decenas de fórmulas naturales y químicas para acabar con este 'azote' y son fáciles de conseguir. Vivir en clima caliente no es una excusa, vístase con materiales frescos y según la ocasión use tonos con los que no se note la sudoración.

Piel reseca. Aunque no es ninguna señal de desaseo, tener la piel reseca lo hará lucir viejo. ¿Es joven pero sus manos parecen de una persona diez años mayor? Esta puede ser la razón. Usar crema humectante no lo hará menos hombre y cuando llegué a los 50 años se dará cuenta de la buena decisión que fue. Además, no sentirá su piel como una lija.

Oler más de la cuenta. Aplicarse la dosis correcta de perfume es tan importante como saberlo escoger. Determine qué tipos de olores predominantes le gustan, cítricos, florales o los que sean, pero no se guíe solo por la moda o la marca. Tenga en cuenta que la cantidad que usa de perfume es para usted, no para que todo el mundo repare en ello.

Mugre en la piel. Por aseo pero también por salud hay que lavarse bien la piel. Tener mugre es darle la bienvenida a cualquier cantidad de infecciones y hongos.

Pelo sucio. Tener el pelo sucio lo hará lucir como si llevara dos días sin bañarse o como si se acabara de levantar. La apariencia no lo es todo, pero una imagen sucia y descuidada puede acarrear graves consecuencias en su vida laboral y social.

Vía revista de Don Juan

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