Por FRANKLIN BRICEÑO y CARLA SALAZAR
Cuando el ex presidente Alberto Fujimori fue condenado a 25 años de prisión en 2009, su hija Keiko, favorita para ganar las elecciones presidenciales en Perú, dijo: "no pararemos hasta lograr su libertad.
Ahora Keiko Fujimori podría convertirse en la primera mujer Presidente del Perú y aunque la posibilidad constituye un alivio para la mitad de los peruanos temerosos del izquierdista Ollanta Humala, también escarapela la piel a la otra mitad del país.
El ascenso al poder de Keiko, quien concibió su candidatura hace dos años con el único fin de liberar a Alberto Fujimori, su padre encarcelado por violaciones a los derechos humanos y corrupción cometidos durante la década de su gobierno (1990-2000), significará el retorno a Palacio de los Fujimori y sus allegados, que formaron parte del que es considerado el gobierno más corrupto que ha tenido Perú en su historia reciente.
El ascenso al poder de Keiko, quien concibió su candidatura hace dos años con el único fin de liberar a Alberto Fujimori, su padre encarcelado por violaciones a los derechos humanos y corrupción cometidos durante la década de su gobierno (1990-2000), significará el retorno a Palacio de los Fujimori y sus allegados, que formaron parte del que es considerado el gobierno más corrupto que ha tenido Perú en su historia reciente.
Según recientes sondeos, Keiko, de 35 años, y Humala, de 48, se encuentran empatados técnicamente en las preferencias, pero según dos simulacros de votación, conocidos el domingo pasado, Keiko sacaría una ventaja de hasta casi seis puntos porcentuales a su adversario en la segunda ronda presidencial del 5 de junio.
Desde que Alberto Fujimori huyó a fines de 2000 y renunció a la presidencia por fax desde Japón, los peruanos fueron testigos de cómo unas 1.500 personas vinculadas a su gobierno fueron procesadas por los tribunales locales.
"En la historia por lo menos de América del Sur no hay un lugar donde se haya juzgado a tanta gente empezando por el presidente, los ministros y generales por corrupción", dijo Pedro Gamarra, procurador anticorrupción de casos relacionados al gobierno de Fujimori.
Actualmente, hay 78 funcionarios condenados por corrupción que cumplen condenas de entre 4 y 25 años incluidos ocho ex ministros, tres ex jefes militares, un fiscal general y un ex jefe de la Corte Suprema, dijo Gamarra.
También fueron condenados entre 15 y 25 años de prisión un escuadrón de asesinos clandestinos, integrado por militares quienes confesaron en juicios que mataron a 50 personas --incluido un niño--, con conocimiento del gobierno de Fujimori.
Existen otros 55 prófugos repartidos en varias partes del mundo, incluidos dos tías y dos tíos paternos de Keiko.
Expertos consideran que el gobierno de Fujimori saqueó las arcas de Perú como ningún otro.
En 2004 Transparencia Internacional estimó en 600 millones de dólares los "fondos supuestamente robados" por Fujimori y lo ubicó en el séptimo lugar de una lista mundial de mandatarios acusados de latrocinio encabezada por el indonesio Mohamed Suharto.
De los fondos robados, un total de 184 millones de dólares han sido recuperados de cuentas bancarias en Suiza, Estados Unidos, Luxemburgo y Panamá, dijo Avelino Guillén, un ex fiscal que persiguió a Fujimori y logró su condena en 2009.
Pero los peruanos, en su mayoría de las clases medias y altas, apoyan a la primogénita de Fujimori por miedo a que Humala desmantele el modelo de libre mercado aplicado en Perú con éxito en la última década, y consideran que la hija no debe ser responsabilizada por los delitos del padre.
"Yo no soy Alberto Fujimori", dijo Keiko en una entrevista radial a fines de abril. "Los hijos no cargamos las responsabilidades de los padres ni los padres las responsabilidades de los hijos... Yo soy una persona diferente".
Sin embargo, recientes denuncias periodísticas hechas por el diario La República, sugieren que Alberto Fujimori tendría un papel importante en la campaña de su hija.
La República publicó fotografías en las que se observa cómo un vehículo que llevaba el logotipo del partido de Keiko, salía cargando aparente propaganda electoral de la cárcel donde el ex presidente es el único reo. En 2010 el gobierno del presidente Alan García admitió que Fujimori recibía hasta 180 visitas diarias en prisión.
Keiko calificó de "absolutamente falso" lo sugerido por el periódico de que la cárcel de Fujimori funciona como local de su campaña, y señaló que el material propagandístico sale de un local de su partido Fuerza 2011, aledaño al centro de reclusión.
Estas informaciones alimentan las suspicacias de muchos peruanos que se preguntan qué influencia tendrá Fujimori en un posible gobierno de Keiko, o cuán independiente sería un mandato de la hija respecto de la organización política del padre.
"Siempre tuve opiniones discrepantes con mi padre. No he tenido que esperar hasta estas alturas de las elecciones para demostrar que soy independiente", se defiende Keiko, en diálogo con la AP.
En 2009, cuando Fujimori fue condenado por dos matanzas cometidas por un escuadrón de aniquilamiento del ejército, Keiko dijo en forma tajante que lo amnistiaría si fuera elegida presidenta.
Pero recientemente, sintiendo el fuerte rechazo que genera en la mitad de la población, ha jurado "por Dios" que no lo hará y que priorizará "las decisiones del Estado y no las decisiones personales".
A muchos les cuesta creer en la sinceridad de sus palabras, teniendo en cuenta que solo hace unas semanas, poco antes de la primera vuelta del 10 de abril, dijo, durante el mitin con el que cerró su campaña electoral en Lima, que su padre había sido "el mejor presidente de Perú".
Además ha calificado como injusta la condena impuesta a Fujimori y ha dicho "estar segura" de que será absuelto mediante procedimientos legales por el Tribunal Constitucional.
El estar rodeada de las mismos personajes políticos que tuvieron papeles controversiales durante el gobierno de su padre, tampoco ayuda a Keiko a generar confianza en el electorado.
El principal asesor de su campaña, Jaime Yoshiyama, avaló el ilegal cierre del Congreso en 1992 y dirigió la redacción de una nueva constitución que hizo posible la reelección de Fujimori en 1995 y 2000.
También conforma el grupo de asesores el médico de cabecera de Fujimori, Alejandro Aguinaga, quien fue viceministro y luego ministro de Salud cuando el gobierno fue acusado de haber emprendido la esterilización forzada de unas 3.000 campesinas pobres mediante el engaño y la coacción.
"Keiko está con la misma gente de su padre. Y una cosa que es importante para ella es la impunidad no sólo para su padre, sino para toda esta mafia que llegó a gobernar el Perú (con él)", dijo a la AP Marly Ansualdo, cuyo hermano, Kenneth Ansualdo, un universitario de 25 años, fue secuestrado por militares en 1993 y asesinado en un calabozo del cuartel principal del Ejército.
Durante su gobierno, Fujimori sometió a los poderes del estado en base a una red de corrupción y chantajes creada por su entonces brazo derecho y asesor de inteligencia Vladimiro Montesinos, quien cumple 25 años de cárcel por 31 sentencias que incluyen asesinatos y la venta de armas a los rebeldes colombianos de las FARC.
Montesinos, quien grabó clandestinamente en vídeos sus reuniones con legisladores, empresarios, y militares, mientras los sobornaba, formó parte del entorno más íntimo de Fujimori. Entre 1993 y 1996 Fujimori y sus hijos vivieron junto al ex jefe de espías en el Servicio de Inteligencia Nacional (SIN).
"El SIN era la casa. Montesinos era el 'tío Vladi' para los hijos de Fujimori, incluida Keiko, Montesinos les daba propinas y se congraciaba con los chicos", cuenta Luis Jochamowitz, escritor de las biografías de Fujimori y Montesinos.
"Esto (la convivencia) ha quedado oculto. Ni Fujimori ni Montesinos han contado estos detalles, habría que preguntarle a Keiko dónde almorzaba, si veía a Montesinos todos los días", añadió Jochamowitz.
La propia candidata y sus tres hermanos son investigados por enriquecimiento ilícito pues la fiscalía sospecha que su padre usó las arcas públicas para pagar 1,2 millones de dólares por gastos en estudios universitarios de sus hijos en Estados Unidos pese a que él solo ganó unos 53 mil dólares en toda su gestión.
Según las investigaciones, Montesinos entregaba mensualmente dinero a Fujimori con el que éste pagaba los estudios de sus hijos. El 19 de julio de 2001, ante la fiscal suprema Gladys Echaíz, Vladimiro Montesinos, ya apresado para la fecha, dijo que el dinero en efectivo que Fujimori manejaba en Palacio de Gobierno salía de un "fondo reservado".
"En efecto, durante toda la época que la hija del ingeniero Fujimori Keiko Fujimori ha estudiado en la Universidad de Boston, así como sus hijos Kenyi, Hiro y Sachi Fujimori, los gastos de estos estudios eran pagados por el declarante (Montesinos) con los fondos del Estado".
Keiko admitió que se pagó 1,2 millones de dólares en total por los estudios de ella y sus hermanos y asegura que no hay nada ilícito en el pago de sus estudios, y señala que ella siempre ha estado llana a colaborar con la fiscalía.
Según un informe judicial, su padre ganó solo en los 10 años de gobierno alrededor de 53.000 dólares.
Graduada en administración en la Universidad de Boston, Keiko no tiene mayor experiencia laboral conocida. A los 19 años se desempeñó como primera dama durante seis años luego que sus padres se separaron en 1994.
Entre 2001 y 2006, fundó una empresa 'Summit Products' de exportación de productos nativos pero no tuvo éxito y tuvo que ser cerrada, según dijo su socio Santiago Vega en febrero al diario La República.
Sus críticos dicen que no destacó como legisladora tampoco. Keiko reconoció en marzo que desde 2006 se ausentó al menos 370 veces del Congreso tras alumbrar a sus dos hijas, por viajes proselitistas y por salidas a Estados Unidos para concluir una maestría en Administración y Negocios en Columbia University.
Como legisladora fue autora de 21 proyectos de ley, 6 de los cuales se convirtieron en ley. Llegó al senado como la legisladora que alcanzó la mayor votación en las elecciones de abril de 2006. La respaldaron 282.504 votos, que representó 13,09% del total de votos emitidos para el Congreso esa vez.
Entre sus simpatizantes, no obstante, ella proyecta la imagen de una mujer decidida y trabajadora, atributo del que también gozaba Fujimori durante su gobierno.
Keiko promete trabajar por los pobres, y dotar de comida, calzado y uniformes escolares los colegios, así como imponer la mano dura contra la delincuencia.
"Su papá apoyaba a los colegios, hizo algunas obras buenas. Puede que Fujimori haya tenido errores, pero su hija puede mejorar las cosas", dice Bertila Requejo, de 37 años y madre de tres hijos, quien vive en la barriada Santa Rosita en un cerro desértico al este de Lima.
Pero el más tenaz opositor de Keiko, el novelista peruano Mario Vargas Llosa, Nobel de Literatura 2010, quien fue derrotado por Alberto Fujimori en los comicios presidenciales de 1990, no cesa de advertir a los peruanos sobre el peligro de que ella acceda al poder.
"Los ladrones y los asesinos que están condenados por los tribunales civiles, en juicios impecables, pasarían de nuevo a gobernar el Perú. Eso, desde luego, no lo quiero para mí país", dijo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario