Juan, nuestro eterno ejemplo, está saliendo con una chica preciosa. Físicamente, nadie le ha atraído tanto como ella. Mentalmente, viven en dos mundos distintos; Juan tiene 27 y ella 21. Un día, ella le dijo a Juan: “Juan, te quiero y me encanta estar contigo, pero no sé qué quiero ahora. Sé que tú quieres comprometerte en serio conmigo pero creo que me faltan varias cosas por vivir. Pero tampoco quiero perderte”. Puf. ¿Qué debe hacer Juan?
sábado, 9 de abril de 2011
viernes, 1 de abril de 2011
Prisionero de su Destino
Como cada noche la tuvo entre sus brazos, fantaseo como siempre, hacia el amor marcado con la soledad de una cama vacía, era su poesía sin ritmo, una serie imágenes llegando al orgasmo pueril, alcanzando la plenitud del quien no quiere despertar, pero el día llega “maldito amanecer” se decía y volver a la realidad a la rutina y esperar la noche para volverla a tener solo por un instante y buscarla solo en sueños, la única manera de ser feliz por un instante…
Suscribirse a:
Entradas (Atom)